¿Sientes dolor en el pie? ¿Qué lo causa y qué ayuda?
En el pasado, la gente caminaba descalza, sin importar si hacía frío o calor, si eran tiempos de sequía o lluvia. Hoy apenas podemos imaginarlo. Y es aún más difícil caminar por la calle y no mirar deseosamente los escaparates de las zapaterías y admirar todas las piezas de diseño y modernas que a todos nos gustaría tener en casa. Lamentablemente muchas veces preferimos la cantidad a la calidad.
Actualizado 26.9.2023
Contenido del artículo
- ¿Por qué me duele el pie?
- Lugares donde duele el pie
- Señales de advertencia inmediatas
- Ampollas
- Clavos
- Uñas encarnadas
- Micosis – Onicomicosis y pie de atleta
- Cuando se ignoran las señales de advertencia
- Arco caído
- Hallux valgus: juanete y dedos en martillo
- Espolón y deformidad en el talón
- Dolor de espalda y mala postura
- Los problemas deben resolverse desde el principio
- Calzado barefoot como prevención
- Zapatos barefoot Be Lenka
¿Por qué me duele el pie?
Los zapatos de mala calidad pueden causar un verdadero desastre. ¿Sufres de dolor de espalda? ¿Dolor de pie? Hallux? ¿Ampollas que regresan constantemente o un problema con las uñas y micosis? ¿Alguna vez has intentado deshacerte de ellos? Muchos problemas de salud son causados por un calzado mal elegido o de baja calidad. Echemos un vistazo más de cerca a los problemas que pueden surgir si no prestamos suficiente atención a la elección del calzado.
Lugares donde duele el pie
El pie es una pequeña maravilla mecánica. Está formado por 26 huesos, 30 articulaciones y más de 100 músculos, inserciones y tendones. Todos trabajan juntos para llevarnos a donde queremos. Increíble, ¿no? El dolor puede afectar a cualquier parte del pie. Podemos tener dolor en el talón, en el arco, podemos experimentar dolor en los dedos de los pies, en la planta del pie o incluso dolor en la columna debido a un problema en el pie. Podemos sentir dolor al caminar, pero también en reposo. Puede ser leve, pero también puede escalar hasta el punto en que cada paso sea doloroso. Entonces, ¿qué hay detrás de los problemas y a qué debemos prestar atención?
Señales de advertencia inmediatas
Problemas que causan dolor en el pie y que aparecen casi inmediatamente después de usar zapatos de mala calidad y que no ajustan bien. Sirven como señal de advertencia de que algo anda mal y que se ha cometido un error en alguna parte. ¿Cuáles son?
Ampollas
Una ampolla se forma como reacción a una acción mecánica prolongada (fricción y presión) sobre la piel. Cuando la piel del pie roza con un zapato estrecho o pequeño se produce irritación e inflamación. La piel se enrojece, se hincha, duele y, finalmente, se forma una ampolla acuosa en el lugar. Aunque no lo parezca, la función de las ampollas es proteger la piel de mayores daños mecánicos. Sin embargo, como el pie está entretejido por muchas terminaciones nerviosas (sólo los labios y las yemas de los dedos tienen más), las ampollas suelen ser dolorosas y muy desagradables. Afortunadamente, la formación de ampollas se puede evitar con éxito. Es importante mantener los pies secos y, por tanto, elegir zapatos que respiren. Por último, pero no menos importante, es necesario elegir la talla de zapato adecuada para que no haya roces innecesarios. ¿Quieres saber cómo medir correctamente el tamaño de tu pie?
Clavos
El clavo en el pie (clavus) es un engrosamiento circunscrito de la piel, con un depósito acentuado en el centro de piel seca endurecida. Los clavos son causados por la presión prolongada sobre un hueso o articulación del pie. Igualmente que las ampollas, tienen la función de proteger la zona estresada del pie de daños mecánicos adicionales. Los clavos pueden ser duros o blandos y, si están entre los dedos, también pueden supurar. A veces incluso pueden contener capilares sanguíneos y terminaciones nerviosas. En estos casos pueden ser muy sensibles y no es tan fácil deshacerse de ellos. La causa de los clavos son zapatos que generen una presión excesiva sobre la piel en determinadas zonas o, por el contrario, zapatos demasiado grandes, que no sujetan el pie, por lo que el pie se desliza en ellos y roza.
Uñas encarnadas
Las uñas encarnadas son la pesadilla de cualquiera que alguna vez haya tenido que lidiar con ellas. Una uña encarnada (onicocriposis) es uno de los problemas más comunes de los pies. La causa principal son los zapatos demasiado ajustados, una talla de zapatos no apropiada (que causa presión desde el frente sobre la uña) en combinación con una técnica incorrecta de corte de uñas. Si no prestamos bastante atención en tratar con el problema con las uñas encarnadas, pueden inflamarse mucho, y también puede ir asociado moho (más sobre esto más adelante en el artículo) y no te queda más remedio que dejar el problema en manos de un cirujano ¿Cómo evitarlo? Presta la debida atención a la elección de los zapatos, elige la talla adecuada y regálate una pedicura de calidad: no te cortes las uñas demasiado cortas y mantenlas siempre rectas.
Micosis – Onicomicosis y pie de atleta
Como ya comentamos con los problemas de las uñas, el moho suele estar asociado a la propia uña encarnada. La micosis ungueal (onicomicosis) es una infección crónica causada por hongos microscópicos. Se trata localmente. En promedio, entre el 2 y el 8% de las personas padecen micosis.
Micosis de la piel de los pies, la llamada “el pie de atleta,” también es causada por hongos. Atacan la piel de los pies, especialmente en los pliegues entre los dedos. Desde allí, pueden extenderse a las uñas y las manos.
La enfermedad micótica se acompaña de picazón extensa. Afortunadamente, sin embargo, responde bien al tratamiento, por lo que es relativamente fácil deshacerse de ella. Sin embargo, cabe señalar que las enfermedades fúngicas suelen reaparecer.
Un ambiente húmedo es un caldo de cultivo para el moho, así que si quieres evitarlo, asegúrate de que tus zapatos sean transpirables y ventílalos regularmente. Los daños mecánicos en el pie, las uñas encarnadas y las heridas abiertas también son puerta de entrada para infecciones y hongos, así que elige zapatos que te queden bien, en los que tus pies no se froten y puedan respirar. Cuidado con las saunas y duchas y piscinas públicas: utiliza siempre calzado de protección.
Cuando se ignoran las señales de advertencia
"Pero esos tacones son tan bonitos; esas ampollas sanarán." "Están apretados ahora, pero definitivamente se estirarán con el tiempo." "Son incómodos, pero mis pies se ven tan lindos en ellos…” Seguro que frases como estas conocen muchas de nosotras, ¿verdad? Sin embargo, si ignoramos las señales de advertencia anteriores durante mucho tiempo, podemos terminar mucho peor. ¿Cómo? Sigue leyendo.
Arco caído
Un arco longitudinal y transversal correctamente formado copia perfectamente el terreno por el que caminamos e informa al sistema nervioso central sobre su estructura y desniveles. Si el arco transversal o longitudinal se ha caído, no cumple su función al cien por cien y, además, provoca dolor y malestar. El arco se mantiene unido mediante músculos y tendones. Estamos genéticamente adaptados para caminar descalzos sobre superficies duras e irregulares, ejerciendo la presión distribuida equitativamente sobre músculos y tendones. Sin embargo, como hoy en día la mayoría de la gente camina con zapatos apretados, que a menudo tienen un soporte fijo para el pie (una plantilla con un arco elevado) y sobre una superficie plana, el pie no se carga de manera uniforme, sus partes individuales están sobrecargadas (por ejemplo, la parte del dedo del pie en zapatos de tacón alto) y aparecen los problemas. La carga desigual del pie, la sobrecarga de los músculos de la parte posterior de la pierna y del tendón de Aquiles hacen que el arco caiga. Todo ello, más aún, por un calzado inadecuado.
Hallux valgus: juanete y dedos en martillo
Hallux es una deformidad de la articulación del dedo gordo del pie. Debes haber notado que algunas personas tienen una especie de protuberancia en la base del dedo gordo del pie, o su dedo gordo está curvado hacia los otros dedos. Este daño en la articulación se produce cuando se usan zapatos con punta estrecha, cuando el dedo no puede estar en su posición natural y queda empujado hacia adentro. Hallux también puede ocurrir cuando el arco cae. La predisposición genética también influye. El calzado inadecuado, la sobrecarga o una lesión harán el resto. El hallux no tratado conduce a la deformación de los dedos de los pies (dedos en martillo - digitus hammatus) y a la reconstrucción patológica del pie.
Hallux se trata de forma no quirúrgica utilizando varias plantillas protectoras y correctores. Desafortunadamente, en muchos casos, el hallux es doloroso y debe extirparse quirúrgicamente. La curación es relativamente larga y desagradable. Hallux se puede evitar con relativo éxito eligiendo zapatos que no opriman los dedos de los pies y les proporcionen suficiente espacio para su libre movimiento. Este tipo de calzado es, por ejemplo, el barefoot del taller Be Lenka.
Espolón y deformidad en el talón
¿Cada paso se siente como pisar un montón de agujas? ¿Tienes dolor en la superficie del talón o en su borde interior? ¿El dolor te limita cuando caminas, haces deporte e incluso cuando estás inactivo por la noche? Es posible que estés sufriendo un espolón en el talón. ¿Qué es? Un espolón calcáneo (fascitis plantar) es un crecimiento óseo en el talón que surge como resultado de la tracción de los tejidos que se adhieren a esta protuberancia. Los espolones calcáneos molestan a casi 15% de las personas (en su mayoría de mediana edad). ¿Qué hay detrás de esto? Carga repetida y prolongada en el pie, calzado inadecuado, deformidades del pie, lesiones o enfermedades reumáticas. Los espolones calcáneos se tratan principalmente de forma conservadora: con fisioterapia, inyecciones locales de corticosteroides, ultrasonido o láser.
“Un bulto en el talón” es una deformidad común, especialmente en los adolescentes que aún no han completado el desarrollo de los huesos del pie. La presión y la fricción del hueso "inmaduro" del talón provocan una producción excesiva de tejido óseo y, por tanto, se forma un bulto. En la mayoría de los casos, este problema se debe a un problema de pie plano o al uso de tacones altos a una edad temprana.
Dolor de espalda y mala postura
Una de las razones por las que te duele la espalda puede ser el uso de zapatos inadecuados. En particular, los zapatos de tacón sobrecargan la parte lumbar de la columna y afectan así a la postura. Si te duele la espalda, no dudes en acudir al médico o al fisioterapeuta. No hay nada peor que cuando el dolor te impide vivir plenamente y disfrutar de los placeres cotidianos.
Los problemas deben resolverse desde el principio
Si te preocupa alguno de los problemas mencionados anteriormente, es hora de comenzar a resolverlo desde cero comprando los zapatos adecuados y de alta calidad. Si los zapatos siempre te dan ampollas, no serán adecuados para tu pie y es mejor buscar otro par. Por último, pero no menos importante, es importante hacer ejercicio con el pie si sufres hallux valgus, arco caído o dolor en el pie o en la columna. Ponte en contacto con un buen fisioterapeuta que examinará tu pie y te sugerirá los ejercicios adecuados. Un pie no funcional que ha sufrido durante mucho tiempo con un mal calzado no se curará por completo con solo cambiarlo. Debe combinarse con ejercicio. Si tienes algún problema con ampollas, clavos, callos o micosis, consulta a un médico o consulta en una farmacia. No te avergüences de solucionar tus problemas con expertos.
Calzado barefoot como prevención
Como mencionamos anteriormente, una persona está genéticamente adaptada a caminar descalza, cuando todo el pie y la pierna están igualmente cargados. Los zapatos estándar no pueden proporcionar esto debido al grosor de la suela, los forros que sostienen el arco o los tacones. Afortunadamente, los zapatos descalzos, que imitan perfectamente el andar descalzo, son cada vez más populares. ¿Te preguntas qué es el barefoot y qué características tiene este tipo de calzado?
Barefoot es un tipo de zapatos completamente diferente al calzado normal. Se diferencia principalmente en los siguientes puntos:
- la suela es flexible y muy fina, el grosor no suele superar los 6 mm. Esta suela proporciona al pie contacto con la superficie, es decir, imita el andar descalzo
- caída cero (zero drop), es decir, diferencia cero entre el talón y la punta
- puntera ancha, que garantiza suficiente espacio para los dedos del pie
- los zapatos descalzos son livianos y no tienen soporte para el arco
¿Y qué beneficios para la salud aporta el calzado descalzo?
- músculos fortalecidos y pies fuertes y sanos
- ayuda a eliminar el dolor
- bienestar psicológico y alegría
- estimulación de las terminaciones nerviosas del pie
- mejora el equilibrio
Zapatos barefoot Be Lenka
Todo empezó con los portadores y fulares portabebés y continúa con el calzado barefoot. Los zapatos descalzos de Be Lenka están hechos de cuero de alta calidad (en su surtido también se encuentran zapatos que los veganos apreciarán), que se adaptan perfectamente a cada pie. El interior de los zapatos es de algodón, la suela es de goma muy resistente, que además es increíblemente adaptable y flexible. Los zapatos se ensanchan en la parte delantera y ofrecen a los dedos un espacio ideal para que puedan estar en su posición natural, no oprimidos por ningún lado. En la oferta actual, Be Lenka también tiene zapatos descalzos de invierno, que te calentarán perfectamente con merino, mantendrán tus pies secos y, al mismo tiempo, lucirás genial, elegante y original. ¿Qué más te puedes desear?
Nuestros pies nos sostienen todo el día, gracias a ellos llegamos a donde queremos o necesitamos. Su salud afecta todo nuestro funcionamiento. Si nuestros pies están incómodos y desordenados, podemos esperar que se refleje en otra parte. Por eso, hay que cuidar la salud de nuestros pies, darles el cuidado y el confort que se merecen, y ellos a cambio nos lo recompensarán llevándonos por el mundo sin dolor y con alegría.
Pequeños ejercicios diarios que ayuden a la funcionalidad de nuestros pies son de gran ayuda. Una ayuda popular es, por ejemplo, una pelota de tenis o una bola de masaje de pies. Gracias a esta asequible herramienta, podrás masajear todo el pie desde el talón hasta la punta durante unos minutos todos los días. De esta forma favorecerás la circulación del pie, que al mismo tiempo actúa como prevención contra la fascitis plantar. Incluso es posible que la circulación sanguínea del talón también ayude al alivio en la zona del talón de Aquiles. Estirar los dedos de los pies hacia los lados, levantar el dedo gordo del pie mientras anclas los otros dedos a la colchoneta y masajear el pie también son ejercicios efectivos. Simplemente encuentra los puntos rígidos y doloridos y presiónalos durante unos minutos al día. Los resultados llegarán más rápido de lo que piensas.
También puedes encontrar varios ejercicios fáciles y efectivos en nuestro perfil de Instagram de Be Lenka.